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graficos de el numero de embarazos en adolescentes desde el año 2003-2007

domingo, 28 de febrero de 2010


EL EMBARAZO:
Se lo define como: "el que ocurre dentro de los dos años de edad ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde la menarca, y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen".
La "tasa de fecundidad adolescente (TFA)" ha ido disminuyendo desde los años 50 pero en forma menos marcada que la "tasa de fecundidad general (TFG)", condicionando un aumento en el porcentaje de hijos de madres adolescentes sobre el total de nacimientos. En 1958 era del 11,2%; en 1980 del 13,3%; en 1990 del 14,2%; en 1993 del 15%. Este último porcentaje se traduce en 120.000 nacidos vivos de mujeres menores de 20 años.
La fecundidad adolescente es más alta en países en desarrollo y entre clases sociales menos favorecidas, haciendo pensar que se trata de un fenómeno transitorio porque, de mejorarse las condiciones, ella podría descender.
Para otros investigadores, la disminución de las tasas de fecundidad adolescente está cada vez más lejos, ya que el deterioro de las condiciones socioeconómicas globales hace que se dude sobre la posibilidad de que la mayoría de los países realicen mayores inversiones en sus sistemas educacionales y de salud, para alcanzar la cobertura que el problema demanda.
EE.UU es el país industrializado con mayor tasa de embarazadas adolescentes, con una tasa estable del 11,1% en la década de los ´80.
Canadá, España, Francia, Reino Unido y Suecia, han presentado un acusado descenso de embarazos en adolescentes, coincidiendo con el aumento en el uso de los contraceptivos.
En España, en 1950, la tasa de recién nacidos de madres entre 15 y 19 años era del 7,45/1000 mujeres; en 1965 llegaba al 9,53; en 1975 alcanzaba el 21,72, para llegar al 27,14 en 1979. Descendió, en 1980, al 18/1.000 mujeres y al 11 en 1991. Los últimos datos hablan de un 35,49/1000 mujeres en 1994, descendiendo al 32,98 en 1995 y al 30,81 en 1996.
Según el Ministerio de Sanidad y Consumo español, el 12% de las jóvenes con edades entre 14 y 15 años, han mantenido relaciones sexuales alguna vez, lo que significa 160.000 en números absolutos, previéndose que alcanzarán 400.000. Deben tenerse en cuenta, además de los nacimientos de madres adolescentes y el porcentaje de adolescentes sexualmente activas, los más de 6.000 abortos ocurridos en mujeres entre los 14 y 19 años por lo que, el supuesto descenso de la tasa de embarazadas adolescentes, no lo fue tanto.

En nuestro país no es esa la tendencia, con una mayoría importante que se mantiene soltera, en la que prevalece la "unión estable", aunque la incidencia del aborto en las adolescentes no ofrezca credibilidad razonable por el importante subregistro que podría llegar a un aborto registrado por otro no registrado.
Ya se dijo que la proporción de jóvenes que han iniciado relaciones sexuales va en aumento y que la edad de inicio está disminuyendo, pero la capacidad para evitar el embarazo no acompaña a este comportamiento.
En Buenos Aires, en una encuesta realizada a una población estudiantil en 1995, se observó que la edad promedio de inicio de relaciones sexuales, fue de 14,9 años para varones y 15,7 años para mujeres, variando la proporción según el tipo de escuela a la que asistían (religiosa, laica, laica de sectores populares). El 95% de los adolescentes de la encuesta manifestó tener información sobre cómo evitar el embarazo. Un 70% de los que mantenían relaciones sexuales utilizaban algún método efectivo para evitar el embarazo en la primera relación, disminuyendo ese porcentaje en las siguientes relaciones, siendo el preservativo el método más utilizado. Además, el consenso social sobre la maternidad adolescente se ha ido modificando con los años y los cambios sociales que los acompañan.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El Embarazo en Adolescentes

Se considera embarazo adolescente aquel que ocurre en mujeres entre 10 y 19 años de edad. El embarazo adolescente presenta un riesgo mayor tanto para la mamá como para en bebé. Estos riesgos no son solo físicos, sino también psicológicos y emocionales. La vida de la madre adolescente suele ser difícil. Esta tiene una mayor tendencia a abandonar la educación. Al no tener estudios adecuados, es más complicado que una adolescente pueda conseguir trabajo y mantenerlo, con lo que la manutención de sí misma y del niño debe depender de un tercero. Muchas veces esto genera una situación de dependencia que es difícil de resolver a medida que pasa el tiempo y la joven, ya adulta, desea tener un hogar propio. También es posible que las adolescentes no hayan desarrollado todavía las habilidades para una buena maternidad o que carezcan de sistemas sociales de respaldo que las ayuden a manejar la responsabilidad de criar un hijo.
El bebé de una madre adolescente corre mayores riesgos que uno de madre adulta. Por distintas razones, el cuerpo de una adolescente no está, en la mayoría de los casos, totalmente preparado para tener un hijo. Existe por ejemplo, mayor probabilidad de que las adolescentes tengan un bebé con bajo peso o uno prematuro por falta de los nutrientes necesarios en el organismo de la joven madre. Los órganos de los bebés prematuros al nacer no están totalmente desarrollados, lo que puede derivar en problemas, como el síndrome de dificultad respiratoria, hemorragias cerebrales, perdida de la vista y graves problemas intestinales. Por otra parte los bebés de bajo peso al nacer tienen muchas más probabilidades de morir durante su primer año de vida que los bebés de peso normal.

El Aborto

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Embarazo en Adolescentes y Aborto